Eran casi las 15:00 horas y un jugador seguía ejercitándose en el gimnasio del Estadio Universitario.
Algunos ya estaban camino a casa, otros hasta se dieron tiempo para grabar un comercial, y unos más repartieron decenas de autógrafos.
De pronto, la figura de Édgar Hernández apareció por la puerta del gimnasio felino, con una botella de agua y la camiseta empapada de sudor, encaminándose al vestidor del equipo.
Ya había trabajado más de dos horas al mando de Alberto Aguilar, el entrenador de porteros, junto con sus compañeros Cirilo Saucedo y Enrique Palos.
Hernández no ha alineado un minuto en el
"(Estoy) trabajando, esforzándome para que el técnico vea que a pesar de que uno no juega, uno siempre tiene que aportarle al grupo, eso es lo más importante y saber que con el trabajo sabe Cirilo (Saucedo) y sabe Enrique (Palos) que uno no está dispuesto tampoco a regalar el puesto", señaló el cancerbero tamaulipeco.
Hernández, de 24 años, perdió la titularidad a manos del recién llegado Saucedo, después de que los últimos tres torneos había sido el guardián indiscutible del
"El gimnasio es algo que siempre me ha gustado trabajar, siempre me ha dejado muy buenas cosas, la verdad siempre me he sentido muy a gusto, y ahora menos lo tengo que dejar. Tiene que verse el trabajo, hay veces que uno a veces tiene que trabajar doble", expresó el portero auriazul.
Cirilo fue una petición del entrenador Mario Carrillo a la directiva, ante la negativa de Oswaldo Sánchez de firmar con Tigres.
A Saucedo lo firmaron, y Carrillo lo recibió en su primer entrenamiento con la frase: "Cirilo, tengo dos años esperándote".
Édgar manifiesta que en este caso, como la
"Estoy al cien, estoy para jugar. Quisiera jugar, pero no depende de mí, depende del técnico", contestó con objetividad.
Hernández trabaja para que al menos, por esfuerzo no quede.
miércoles, febrero 21, 2007
Trabaja Édgar horas extras
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